Breda

Centro cultural Els Forns.-Es el primer lugar donde debe ir cuando llegue a Breda. Aquí está el centro de información turística del municipio y le darán toda la información que necesita para visitar Breda. De entrada, le explicarán que se encuentra en un antiguo obrador de barro del siglo XIX, con dos hornos morunos que se utilizaban para la cocción de la barro siguiendo el método tradicional. Por otra parte, encontrará una exposición permanente dedicada a la alfarería bredenca.

Monasterio de Sant Salvador.-Lo fundaron Guerau I de Cabrera y su esposa Ermesenda, vizcondes de Girona y señores de Breda, el 4 de junio de 1038, pero fue consagrado treinta años después. El 4 de octubre de 1068 se considera la fecha fundacional de la Breda actual y el momento en el que se empezó a formar el tejido social y urbano del municipio. Destacan el campanario románico lombardo (siglo XI), que mide 32 metros de alto, y la única ala que queda del claustro (siglos XIII y XIV). https://larutadelscabrera.cat

Patio de la abadía.-Parte del monasterio, el patio que distribuía el acceso al palacio abacial es de visita imprescindible. Se conserva la escalera que servía para subir a la residencia del abad y el pozo para abastecer de agua al monasterio. Destacan los grandes portales dovelados y el balcón de madera. Sobre uno de los portales, se puede ver el escudo del abad Miquel Samsó, 31 presidente de la Generalitat de Cataluña, quien, en el siglo XV, encargó la construcción de estas edificaciones.

Museo de la Cerámica Josep Aregay- Iglesia de Santa María.-Fue la primera iglesia de la villa, construida entre el 878 y el 1038. Se conservan el ábside (siglo XII) y parte de las pinturas murales originales que decoraban el crucero. Desde 1846, el edificio se ha utilizado para ubicar escuelas públicas, juzgados y otros servicios, y actualmente es la sede de la Casa de la Villa y del Museo Municipal Josep Aragay.

Comercios de cerámica y barro.-La historia alfarera de Breda se remonta, como mínimo, al siglo XV. Desde el año 1408 está documentada una capilla dedicada a san Hipólito, patrón de los alfareros, en la iglesia del monasterio de San Salvador. Un hecho que hace pensar que la tradición alfarera lleva siglos viva en Breda. Actualmente hay obradores, industrias modernas que exportan a todo el mundo y comercios dedicados a este producto, que no pueden dejar de visitar durante su estancia.